domingo, 14 de febrero de 2016

adalwmrem




 @ ...


 He arrancado, de mi pecho, nuestra crónica
y estoy igual de exhausto
que tú.

No te recordaba
pero a veces
sacude impasibles, el viento,
las hojas.

Nos quedó un beso
en el punto más bonito
de nuestra historia.

Mi reloj cercena impávido
lo poco que me queda de ti,
mi garganta jamás gritó PUTA
con más frenesí.

De mi propia soledad
te has hecho dueña,
nunca me enamoré de ti
y mordazmente lo fuiste todo.

Discúlpame las pocas heridas
que te hice, pues
pocas veces he podido catar el cielo.

Supongo que mi voracidad
nos consumió. Lo siento.
Sospecho que lo siento.

Háblame, pues
la última vez que nos vimos
similabas más oscura y triste.

Háblame, si me ves
háblame.
Pues mi disgregación
es inexorable.