El poeta es aquella fuerza que desborda
prensa el alma sin acústica
oscila entre el desgarro y la carne
no teme, no piensa
no tiene, no necesita
verbo que descalce su ansiedad y corrija
otras formas menos dolorosas de saltar.
El poeta observa cada esquina para no caer
no es presa ni figurante comedido
no existe, no halla
no corresponde a la constante sucesión de un tiempo.
El poeta se limita a la tosca superficie de su pecho
rozando la mortalidad
no busca entre las fauces
quimeras que absorban barreras limítrofes entre él
y entre esta sensación que llaman prensa de vacío.