viernes, 28 de octubre de 2016

Llegaremos a Tiempo










Se nos va todo,
del cuerpo, del alma,
del rostro que de asesinada calma
esconde tu miedo redentor.
En la memoria de la noche
me deshago como con tus alientos
y corro y huyo
y vengo dando muerte en esta hora cercana
tan ausente, tan ausente
como la fuerza que te repliega la sangre y me pide
que calle, que ahogue en el desánimo
el humo que a mi paso cubres con tu silencio.
Y en el silencio hallo un dolor
tan ausente, tan ausente
como el arrancado pálpito que aún conservo
del abismo.

Cotejo y comparo sombra
porque en mi negrura no encuentro equivalencia de ser,
y tal vez alguien que entienda
y tal vez alguien que entienda
cuánto me deshace escribirme
para retratar mi esencia en un hálito vacío que sepa
cuánto ha callado esta orilla
tan ausente, tan ausente...
como el vestigio de tierra en que vivo
el eterno paso del tiempo.