sábado, 8 de octubre de 2016

Rellenando Círculos








A veces la lejanía ocasiona
que el ser distante me conceda
la prisa y el latir de las puertas que aminora,
y es sin más que mis palabras
no van más allá de lo que mis cuartos encierran.
A veces soy más abismo que intención de precipitarme.
Sin embargo en mi estancia presido
delirios de un comité nocturno.
No hay luces en el letargo del sueño,
eterna y ardiente figura haciendo alusión
a la sencillez de la vigilia.
No hay fronteras, no hay mares y aquí te amo,
como si una normalidad común nos petrificase,
aquí te amo,
mas cuando estás, lenta y callada
en esta hora de muerte, entre mis brazos
finjo que yo soy una sombra
y creo saber que existes, oh mujer paradigma,
azul el cosmos sangra incógnitas ilegibles.
Mi intención es más dolorosa que tu ausencia
y prosigo intentando evadir
una realidad que me fosiliza y oscurece
el pórtico de luz que mi poesía refleja.

La poesía es un cañón comecorazones
aminorando inexorablemente la prontitud de los hombres.