domingo, 18 de noviembre de 2018

RE.C. rep










Tu mirada es una hoja que existe
sólo para terminar cayendo.
Todo tu cuerpo un prado
aletargando la expansión del rocío.

Tú me transitas
en la soledad de la tarde desierta,
yo cristalizo mi sangre en este folio
para después entregarme a ti por completo.

No hay sendero que no siempre duda
ni en mi cabeza tornado alguno
que no desemboque en la tristeza,

¡mas si de ti dependiera
arrancarme este exilio que no es mío
o clavarme mil cuchillos en el pecho…!

Afila cada uno de ellos en silencio.