Como el instante o el
músculo desgarrado por el exceso
como las guerras a la injusticia
y a los cuerpos
como la mutilación del alma a través del verbo
no el cénit no tus ojos no la cúspide
de mi deshora envenenada
por el último aliento de la muerte
como
el cuerpo profundo
de mi viejo demonio
no mi cuerpo no tu cuerpo no nosotros
pero sí la explosión introspectiva de los brazos
y tus manos y mis manos y
como la esencia que contemplo sin entender
o como la
ausencia profundísima INSOPORTABLE y
absolutamente molesta
que ya no está.
Sí. Como algo así.
Como algo así
creo ser en ti,
Asesina.