domingo, 24 de enero de 2016

Voz



 Cada palabra escrita
con nuestro amor
 nos delimita.

 Lo siento si me repito
pero a tu lado todo era
 tan bonito.

 Entre mareas voraces
fuimos estrellas
 fugaces.

 Con tu olor recuerdo
que sin penitencia
 no hay sufrimiento.

 Otra VOZ y más mentiras,
sus nombres plasmados
 en poesías.

 Cuadragésimo intento
por respirar
 sin aliento.

 Pregúntate ahora quién te respalda
si tus cicatrices
 siguen por mi espalda.

 Triste alegoría es mirar tus mensajes,
no escuches al cielo;
 yo sigo cazando aves rapaces.