miércoles, 23 de noviembre de 2016
Declive
Declive,
en tu rostro esculpo amaneceres.
¿no reconoces cuánto dormí en tu abrigo?
Reniego del "yo" que aún recuerdas.
Me inmolo en la intensidad de tu mirada,
ahora confiesas que soy mártir en tus ojos.
La invasión es una constante pérdida en ti,
en el no cuerpo que me desgasta,
en esta insustancialidad que aún te apunta.
No imagines mis heridas,
hoy un recuerdo nos aleja del frío,
y oh, por un momento,
estuvimos apunto, de nuevo, de ser,
parte calma parte expansión térmica ilimitada,
pero de ser, no infinitos, si no reales,
en este aquí, en esta precisión,
en este hecho que constato al verte.
Y si no vuelves me deshago.
Y si no vuelvo, en este poema
te dejo escrita para siempre.