domingo, 11 de diciembre de 2016
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Búscame
tras la piedra el decorado cae,
grietas de un sin fin de domingos que me aprietan,
no hay grito en mi voz que oiga la tierra,
no hay queja, tan solo me queda un minuto en que escupo flores
cada noche,
mientras intento no desangrarme.
Tras la piedra el decorado cae,
hastío que me retroalimenta,
gotas que ayer ardían bajo mi rostro,
espérame, por un segundo espérame,
que aunque esté destrozado sé mirarte y sé mirarnos,
el pasado es un huargo que abandoné y me persigue,
balas que atraviesan su máscara de plata.
Tú desconoces,
yo desaparezco entre los cuervos.
Ayúdame.
El decorado cae debajo de las piedras.