martes, 28 de febrero de 2017

Espacio













No seas idiota,
apaga el portátil,
si esperabas encontrar algo aquí
lo siento
pero yo ya escribí todos mis poemas de despedida.
Debería darte las gracias,
supiste sacarme cosas que nadie sabrá jamás.
El bosque de légamos
quema sus últimas raíces en la tierra,
no me has visto, no
tú no me has visto,
sin embargo ahora
la puerta está... cómo decirlo.
Bueno, qué más da,
llevo un par de días sin ducharme
pero nada se respira peor
que el ambiente de una habitación donde cesó el amor.
Si... no deberías leer esto,
quizás no lo estés haciendo y esté quedando como un tonto,
de cualquier manera eso sólo lo sabré yo.

No dedicarte un poema después de
todo
sería cruel por mi parte.

Quizás el problema sea la balanza,
no sé qué pesará más
si todo el daño que he hecho
o todo el daño que me han hecho a mí.

Pero oh, no,
en el último poema que te escriba
no quiero hablar de mí,

aunque,
como le escuché a una poeta muy buena en su momento,
soy un holocausto en mí mismo.