lunes, 13 de febrero de 2017
Silencio de negra
La poesía ha sido más veces razón
que sinrazón.
Una mutilación interna necesaria
como sesgar una costra enferma.
La poesía duele y sangra para dejar espacio a la cicatriz,
pero constantemente crece la adicción
a escribir sobre tus propias heridas.
En mi pensamiento gozo de una calma
que no consigo encontrar en mi cuerpo.
Hay quienes dicen que me quieren
y no conocen un texto mío de memoria.
Es cierto que a veces la aprensividad que me gobierna
sostiene en mi alma un puño cerrado
capaz de destruirme por completo.
El problema de quien cree
que necesito sacar algo de lo que llevo dentro
es que no me conoce:
de ningún vacío soy capaz de sacarme las entrañas.
Por contra, el aspecto masivo capaz de llenarme
es inconmensurable.
Soy un espectro recargado en mí mismo
con un enlace permanente adherido a la memoria.
Cómo te atreves a pedirme un poema de amor
si no sabes darle significado al humo que llevo dentro.
De la infección solo sale infección.