martes, 2 de mayo de 2017
Valente
La voz a ti es debida,
la noche es una llama
aunada en el crepúsculo,
si pudiese escoger mi muerte
cada noche sería mártir en tu mirada,
dulce esquirla ahogada en un mar de llantos
VUELA, PAJARILLO, LEJOS DE ESTE MUNDO
QUE SOLO SABE HACERTE DAÑO
El vacío no es un estado
si no una CONSECUENCIA.
Yo sé que a veces mi propio delirio
te tramita en silencio como mi noche interior
y hace en ti una mella que solo escondes;
mi cuerpo es débil
pero una armadura insondable
cubre tu alma y tu rostro
Eres cura de cada cicatriz hilvanada en una continua fractura,
pero si la distancia tan solo fuese física
caminaría eternamente
hasta la raíz de mi propia existencia.