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Tú
me has visto entre mis dos diferencias,
ante ti he estado
vivo
muerto
y a punto de ser ambas cosas.
La lluvia es cruel en esta estación sin punto norte,
la tiniebla,
más que oscurecerme,
me ha dejado sucio.
Y por más que limpies mi pensamiento y mi corazón
no seré capaz de hallarme en aquel recuerdo.
No puedes decir que algo me falte
si con mis manos te he arrancado la rabia.
Te pido que me mires

AQUELLOS QUE MIRAN UNA BOMBA CON DESDÉN
NUNCA HAN CERTIFICADO EL SENTIMIENTO DE UNA EXPLOSIÓN

Yo me cubro irreconocible
entre tu cintura de niebla.

En el vestigio de esta tierra última en la que me encuentro
eres capaz de arrancarme la ausencia que me perturba.

Pero en realidad no hay nadie.