He de confesarte algo
a ti,
asesina,
algo que me estropea
que no es
el cansancio insaciable que me persigue,
mi enemigo interior es aprensivo
porque teme mis meditaciones
no le gusta que me escuche
y que te ame
asesina,
y es este relámpago en la noche quién no cesa,
la electricidad del mundo es algo
completamente artificial
porque sale de ti.
Estoy sobreviviéndome entre los árboles
de este bosque de cuchillos
asesina...
método anti-antídoto
templo de mi sangre
en el mármol.