jueves, 10 de noviembre de 2016

```












La carga negativa que soporto es matemática,
la decisión de mis hechos,
acciones puras negativas o positivas en contraposición de existir,
la cifra que soy,
esa incognoscible cifra, resolución, hecho o resultado
es la máxima representación animal o poética de mi realidad individual,
por ello no profundizo más allá de lo que no sé,
condenado eternamente a observar el conocimiento sin absorberlo,
a crear pensamientos sin nexo
que oscilan entre lo filosófico y lo poético a niveles de quarks mentales.

Es cierto que en el horror se haya precisamente lo poético de las cosas,
en la inconsciencia de si saltar o no porque qué más da,
qué más da si trasciendo a otro plano o si fallezco irrevocablemente,
si soy veneno puro en la sangre de contaminados por ese mismo horror,
por ese cinismo, por ese gesto involuntario que traspasa mi capacidad de ejecución. 

Qué más da si muero entre flores o entre fama
si la intensidad de mis gestos será en mayor medida mi PROPIA medida.