Papá,
hace mucho que no te hablo en este estado.
Ya no sabes lo que siento
pero ayer se me ocurrió escribirte.
Ya no estás
pero de esta forma
al menos puedo pensar
que alguien grande me acompaña siempre.
Papá
¿por qué me odio con tanta fuerza?
la última vez que fuiste mi padre
te vi llorando.
Papá
¿por qué me duele tanto aquí dentro?
Si tú estuvieras aquí
¿serías capaz de cambiar alguna cosa?
Ya no sé hasta que punto
me he hundido en mí mismo.
No creo haber estado tan apagado nunca
como en este mayo.
Papá
nunca sentí que te fueras
y nunca soñé que volverías
pero podrías hacerlo.