sábado, 27 de mayo de 2017

reloj




















Tu mirada es una hoja que existe
sólo para terminar cayendo.
Todo tu cuerpo un prado
aletargando la extensión del rocío.

Mi cuerpo es la herida que sientes
al romper una rosa de fuego.
Mis ojos son dos balas de acero frío
atravesando la bastedad de tus pulmones.

Tú me transitas
en la soledad de la tarde desierta,
yo cristalizo mi sangre en este folio
para después entregarme a ti por completo.

No hay sendero que no siembre duda,
ni en mi cabeza tornado alguno
que no desemboque en la tristeza,

MAS SI DE TI DEPENDIERA
ARRANCARME ESTE EXILIO QUE NO ES MÍO
O CLAVARME MIL CUCHILLOS

afila cada uno de ellos en silencio.